EUROPA
PRESS
14 julio
2016
La enfermedad de Alzheimer es una de las más temidas sin, hasta
ahora, posibilidad de evitar su aparición o frenar sus efectos. Sin embargo, un
gen relacionado con ella puede mostrar sus efectos sobre el cerebro y la
capacidad de pensar ya en la infancia y, al mismo tiempo, podría constituir una
puerta a la posibilidad de frenar o posponer su aparición.
Diversos estudios ya han
mostrado que las personas con la variante épsilon 4 del gen de la
apolipoproteína-E son más propensos a desarrollar la
enfermedad de Alzheimer que las personas con las otras dos variantes del gen,
épsilon 2 y 3.
Según concluye un nuevo
análisis publicado en la edición digital de este jueves de 'Neurology',
la revista médica de la Academia Americana de Neurología, ha demostrado ahora
que ese gen, también relacionado con la recuperación después de una lesión
cerebral, puede generar efectos en el cerebro desde los primeros años de vida.
"El estudio de estos genes
en los niños pequeños puede, en última instancia, darnos los primeros indicios
de que pueden estar en riesgo de demencia en el futuro y, posiblemente, incluso
ayudarnos a desarrollar formas de evitar que ocurra la enfermedad o retrasar el
inicio de la patología", dice la autora del estudio, Linda Chang, de la
Universidad de Hawai en Honolulu, Estados Unidos, y miembro de la Academia
Americana de Neurología.
Para el estudio, se reclutó
a 1.187 niños de 3 a 20 años con pruebas genéticas y escáneres cerebrales y se
les realizaron pruebas de sus habilidades de pensamiento y memoria. Los niños
no tenían trastornos cerebrales u otros problemas que podrían afectar a su
desarrollo cerebral, como la exposición prenatal a las drogas.
Cada persona recibe una copia
del gen (épsilon 2, 3 o 4) de cada padre, por lo que hay seis posibles
variantes de genes: épsilon2épsilon2, épsilon3épsilon3, épsilon4épsilon4,
épsilon2épsilon3, épsilon2épsilon4 y épsilon3épsilon4. El estudio encontró que
los niños con cualquier tipo de gen épsilon4 tenían diferencias en su
desarrollo cerebral en comparación con los niños con formas 2 y 3 del gen,
concretamente en las áreas del cerebro que a menudo se ven afectadas por la
enfermedad de Alzheimer.
Peor función ejecutiva y memoria de trabajo
En los niños con el
genotipo épsilon2épsilon4, el tamaño del hipocampo, una región del cerebro que
juega un papel importante en la memoria, fue aproximadamente un 5 por ciento
más pequeño que el hipocampo en los niños con el genotipo más común (épsilon3épsilon3).
Los niños menores de 8 años y con el genotipo épsilon4épsilon4 normalmente
presentaban medidas inferiores en un escáner cerebral que muestra la integridad
estructural del hipocampo.
"Estos hallazgos
reflejan volúmenes más pequeños y una disminución más pronunciada del volumen
del hipocampo en los ancianos que tienen el gen épsilon4", dice Chang.
Además, algunos de los niños con épsilon4épsilon4 o épsilon4épsilon2 tuvieron
puntuaciones más bajas en algunas de las pruebas de memoria y habilidades de
pensamiento.
En concreto, los niños más
pequeños con épsilon4épsilon4 registraron puntuaciones un 50 por ciento más
bajas en las pruebas de función ejecutiva y memoria de trabajo y algunos de los
niños más jóvenes con épsilon2épsilon4 tenían hasta puntuaciones un 50 por
ciento más bajas en las pruebas de atención. Sin embargo, los niños mayores de
8 años con estos dos genotipos obtuvieron resultados similares y normales en
comparación con los otros niños.
Entre las limitaciones del
estudio, los autores señalan que fue transversal, lo que significa que la
información es de un punto en el tiempo para cada niño y que algunas de las
variantes genéticas raras, como épsilon4épsilon4 y épsilon2épsilon4 y los
grupos de edad no incluían muchos niños.